- Media hora antes de cada Misa
- Durante las Misas del fin de semana
- En cualquier momento que lo solicite
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DIOS, a través de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, dejó el poder de perdonar los pecados a su Iglesia mediante el Sacramento de la Penitencia. Dios mismo te espera, y por medio del sacerdote quiere perdonarte y darte la paz.
¿HACE TIEMPO QUE NO TE HAS CONFESADO?
¿NO TE ACUERDAS CÓMO SE HACE?
¿TE DA UN POCO DE VERGÜENZA?
No te preocupes, el sacerdote te acogerá con respeto y cariño, y te ayudará para que, con un corazón arrepentido, te reconcilies con Dios.
NO TE PRIVES DE ESTE ENCUENTRO CON JESUCRISTO QUE TE DICE:
“YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS”
Modo de recibir el perdón de Dios en el sacramento de la Reconciliación:
1. Después de haber examinado tu conciencia y reconocido tus pecados, pide perdón a Dios (reza una oración de contrición), acércate al sacerdote, ponte de rodillas, haz la señal de la cruz y saluda a tu Madre, la Virgen María, diciendo:
“Ave María Purísima”.
2. El sacerdote te acogerá con estas u otras palabras: “El Señor esté en tu corazón para que te puedas arrepentir y confesar humildemente de tus pecados”.
Tú puedes decir estas palabras del Evangelio:
“Señor, Tú lo sabes todo,
Tú sabes que te amo”.
3. Dile cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que fuiste a confesarte. Y, a continuación, confiesas tus pecados, uno a uno, con humildad y sinceridad, sin excusarte, con brevedad pero con integridad.
4. Si lo necesitas, pide al sacerdote que te aclare posibles dudas. Él te ayudará y te dará unos consejos para que puedas mejorar. Después te mandará una “obra de penitencia”, es decir, un gesto o una oración que muestre tu propósito de enmienda.
5. Si puedes, arrodíllate. El sacerdote levantará su mano sobre tu cabeza y pronunciará estas palabras de perdón y absolución:
Dios Padre misericordioso,
que reconcilió consigo al mundo
por la muerte y resurrección de su Hijo
y derramó el Espíritu Santo
para la remisión de los pecados,
te conceda por el ministerio de la Iglesia,
el perdón y la paz.
Y yo te absuelvo de tus pecados,
en el nombre del Padre,
y del Hijo, + y del Espíritu Santo.
Tú haces la señal de la cruz y respondes:
“Amén”.
6. El sacerdote concluirá con otra oración y te despedirá diciéndote:
“El Señor ha perdonado tus pecados,
vete en paz”.
Tú te levantas y vas cuanto antes a cumplir la penitencia que te ha dicho el sacerdote. Dale gracias a Dios por haberte perdonado.