HERMANDAD DE CABALLEROS Y DAMAS DE SANTIAGO
Su creación fue impulsada a raíz de las Misiones Populares celebradas en el Barrio por el Rvdo. Padre Eduardo Rodriguez, s.j., tal como consta en las Actas de dicha Hermandad.
Tras diversos avatares, esta Hermandad llega a extinguirse con el tiempo, y es en el año 2002 cuando el cura párroco D. Julián Marín Torrecilla la recompone convirtiéndola en "Hermandad de Caballeros y Damas de Santiago", formando una Asociación Pública de Fieles con la aprobación y licencia del Sr. obispo de la Diócesis de Cartagena D. Manuel Ureña Pastor.
La imagen de Santiago el Mayor
Está realizada por el escultor Antonio García Mengual, de Espinardo,
cuando tenía 30 años de edad. Discípulo del escultor-imaginero Sánchez Lozano fue
luego un artista consagrado en tallar imágenes de santos y en retablos de
altar, tanto en la diócesis como fuera de ésta. La talla de Santiago fue una de
sus primeras obras, y la realizó en un año con gran ilusión y responsabilidad.
Fue recomendado por el escultor
D. Anastasio Martínez, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, que
fue el que realizó en piedra la figura que se encuentra en el pórtico del
Templo parroquial. Este mencionado profesor es el que realizó la grandiosa
talla del Corazón de Jesús en Monteagudo.
La escultura de Santiago el
Mayor es de tamaño normal, tallada sobre madera de pino, policromada y estofada
con oro fino. Su importe fue de 15.000 pesetas, sufragadas con aportaciones
particulares, entre otros, los Caballeros de Santiago. La imagen se estrenó en la
fiesta del 25 de Julio de 1956,
montada en carruaje de la época.
Como anécdota cabe destacar que el
traslado de la talla, desde el taller de Espinardo del escultor García Mengüal
hasta la Parroquia, fue realizado en una camioneta sin otro embalaje que los
brazos fuertes de un joven de la Parroquia llamado Tomás Martínez Alburquerque,
del Carril del Huerto Alix. En uno de los muchos baches que entonces existían
en la carretera, la camioneta dio un salto tal, que la talla propició al
muchacho un fuerte golpe en la nariz, ocasionándole tan seria hemorragia que
hubo que parar la camioneta para cortársela. El joven se hizo Caballero de la
Hermandad de Santiago, y todos los años acompañaba al santo en la procesión
como cabo de andas.
