Santiago el Mayor.- Gracias a la colaboración de muchas personas que enviaron alimentos a la Parroquia, y también al trabajo del grupo de voluntarios de Cáritas, este año en la tradicional campaña navideña de ayuda, se pudieron repartir más de cien bolsas de comida a otras tantas familias necesitadas. Hay que destacar la colaboración de los niños de los dos Colegios de nuestro Barrio. En concreto, fue edificante el gesto de los niños del Colegio Santiago el Mayor, pues una representación de ellos se acercó a la Iglesia a realizar la entrega de alimentos en un acto de ofrenda ante el Portal de Belén. Pudieron estos niños seguir las explicaciones de varios voluntarios sobre cómo trabaja Cáritas y sobre lo que se ha hecho esta Navidad.
Ante tantos casos de verdadera necesidad en muchos hogares esta ayuda es escasa, pero aportamos nuestro granito de arena, compartiendo con generosidad de aquello que tenemos. Es ésta una de las formas en que la comunidad parroquial ha de vivir la caridad cristiana. Hemos de felicitarnos, pero sin conformarnos. Hay que seguir trabajando por ayudar, tanto a nivel particular como organizadamente. Por ello, desde Cáritas Parroquial invitamos una vez más a todo aquel quiera a que colabore con nosotros en esta estupenda labor.
Santiago el Mayor.- Gracias a la colaboración de muchas personas que enviaron alimentos a la Parroquia, y también al trabajo del grupo de voluntarios de Cáritas, este año en la tradicional campaña navideña de ayuda, se pudieron repartir más de cien bolsas de comida a otras tantas familias necesitadas. Hay que destacar la colaboración de los niños de los dos Colegios de nuestro Barrio. En concreto, fue edificante el gesto de los niños del Colegio Santiago el Mayor, pues una representación de ellos se acercó a la Iglesia a realizar la entrega de alimentos en un acto de ofrenda ante el Portal de Belén. Pudieron estos niños seguir las explicaciones de varios voluntarios sobre cómo trabaja Cáritas y sobre lo que se ha hecho esta Navidad. 
Ante tantos casos de verdadera necesidad en muchos hogares esta ayuda es escasa, pero aportamos nuestro granito de arena, compartiendo con generosidad de aquello que tenemos. Es ésta una de las formas en que la comunidad parroquial ha de vivir la caridad cristiana. Hemos de felicitarnos, pero sin conformarnos. Hay que seguir trabajando por ayudar, tanto a nivel particular como organizadamente. Por ello, desde Cáritas Parroquial invitamos una vez más a todo aquel quiera a que colabore con nosotros en esta estupenda labor.