(Romereports.com) Benedicto XVI visitó la prisión central de Rebibbia en Roma, donde se reunió con 300 reclusos. Un tierno encuentro en el que respondió a las preguntas de los presos.
Omar: “Estoy emocionado por el evento, su visita a la cárcel para los cristianos católicos es algo muy fuerte, y por ello prefiero pedirle que nos permitas aferrarnos a ti con nuestro sufrimiento y el de nuestra familia, como un cable eléctrico que nos comunique con Nuestro Señor. Te quiero”.
Federico: “Usted es el Papa de todos nosotros. Por favor, asegúrese de que no seamos despojados de la dignidad, ni de la libertad. Para que no se dé por supuesto que estar en la cárcel significa ser excluidos para siempre. Su presencia es un gran honor para nosotros. Deseamos a todo el mundo una Feliz Navidad”.
Allí, el Papa lamentó el hacinamiento en la cárcel y pidió mejores estructuras para los presos de todo el mundo.
Benedicto XVI: “Sé que el hacinamiento en las cárceles y la degradación pueden hacer que el encarcelamiento sea aún más amargo: He recibido varias cartas de presos que lo subrayan. Es importante que las instituciones promuevan un análisis cuidadoso de las cárceles, que comprueben las estructuras, los recursos y el personal, de modo que los presos no sufran una “'doble condena'”. El Papa dijo emocionado que reza por cada uno de ellos y recordó que Cristo también estuvo preso.